LA VEJEZ

Aun recuerdo, cuando aprendimos que no existe el tiempo, cuando en ese camino junto al bosque tome tus labios, e inmortalizamos el momento, cuando los años pasaron en un segundo, solté tus manos me di cuenta que la noche había caído, sentía frio y estaba cansado, mis labios secos, y tus manos arrugadas, nuestras almas eran nuestro único calor,  nuestras miradas están cansadas realmente cansadas, la inmensidad y el sol que salía detrás de esos cerros eran nuestro hogar nuestro sol con corazón. 

YO seré la inmensidad, como la naturaleza misma me sumergiré tan profundamente en ti que seré el aire que respires, podre sentirte más que ahora la vejez  será una predilecta brecha que podre vencer, los bosques son tan verdes que sin importar cuantos años tengan, siguen siendo hermosos reverdeciendo, como lo haré con mi corazón para renovar mi voluntad de seguir amándote,  no moriré yo viviré mil años, aun que lo sé, veré escurrir las arrugas en mis manos,  en mi corazón tatuada te llevare hasta la muerte, y cuando mi cuerpo se disperse, serás el viento en mi espalda y cruzaremos juntos las montañas más altas,  mira dentro de mis ojos, somos la inmensidad, aunque algún día nos consuma lo que le llamamos tiempo, horas meses.